Esta vuelta la pesca no fue como siempre.
Las corvinas rubias estaban en Punta del Este, pero no se las veía. Había que entrar desde la playa brava y tirar a un pedregal. Tiros de 25/30 mts eran los únicos rendidores.
Una vez acomodado el tiro, había que dejar derivar toda la línea, la que iba formando un arco de 30 mts y barría -justamente- la canaleta y sus bordes, donde estaban las rubias.
Si la mosca bajaba lo suficiente, era casi pique seguro.

Todo esto yo no lo sabía, siempre las había pescado distinto, a pez visto, y desde alguna piedra.

Lo aprendí estos días de un Uruguayo que, cuando yo llegué al pesquero ya había metido 3 rubias. Un tipo al que había cruzado sólo una vez en mi vida con un "hola" seco de pescador y nada más.
El tipo al verme llegar salió del agua, me explicó cómo era la técnica y no siguió pescando.

Entre yo entusiasmado como quien va la Boca del Correntoso por primera vez. Me metí entre las olas que al romper me llegaban casi al pecho. 

Primer tiro pensé que había hecho todo perfecto y no. Nada de nada.  Al segundo tiro me dije: "¡ahora sí...!", pero tampoco....nada. Así se sucedió una veintena de minutos. No podía ser!!. Tenía que picar!!. Qué pasaba!!?.

La cosa es que no podía conectar con la técnica, pues de hecho hqsta ese entonces no la sabia. Había otro mosquero que intentaba en unas piedras a varios metros y tampoco tenía resultados. Pero si el Uruguayo había ya sacado 3... ¿qué me pasaba?.

Cuando estaba un poco desilusionado, ese Uruguayo se paró a mi lado en medio de las olas (él sin caña) y me explicó la cosa (aclaro que allí las olas te llegaba al cuello, y alguna incluso te hacía dejar de hacer pie para acompañarla en su va y ven..no es nada cómodo meterse para indicar nada... menos a un casi desconocido como yo).
Cuestión que el hombre me explicó cómo y entonces al rato seguí con su explicación y nada, hasta que al poco rato haciendo bien los deberes ¡¡¡ zas!!!!. Clavada firme, cabezazos y corridas que me hicieron ver el backing. Era una rubia,...y ¡¡buenaza!!.
Cuando estoy terminando la pelea, no vaya que este Uruguayo ya había sacado mi cámara de la riñonera que estaba en la costa y me sacó una sesión de fotos.

Las lecciones aprendidas fueron dos: 

La primera una nueva alternativa, una nueva forma de pescar corvinas:  a la deriva desde la playa.

La segunda que hay mosqueros de ley, de esos que como en este caso se muestran generosos con el mosquero "nuevo"; compartiendo no sólo sus técnicas sino hasta e lugar donde estaban pescando; cosas estas que veo muy poco, sobretodo en medio del agua cuando se está pescando.

Saludo a todos.