Ardua, dura, difícil, así estuvo la pesca del dorado en Esquina en las temporadas 2020/2021.

Rio Paraná bajo, rio Corriente casi seco, lagunas vacías en toda la cuenca, poca carnada, y alguna otra causa que no llego a vislumbrar hicieron que ese dorado mediano y chico que tanto nos divierte y que está casi en todos lados, no aparezca. A pesar de la gran bajante el “Pariente del mar” todavía conserva extraordinarias estructuras de palos y costas que proporcionan el lugar propicio para la pesca de nuestro pez nacional. Pero no estaban. Los encontrábamos, a veces cerca del mediodía merodeando los bancos a la caza de sábalos. Pero solo daban una o dos oportunidades de pescarlos, a pez visto, casi como una pesca de mar. Eso sí, eran grandes, muy grandes. ¡Solo un par de tardes lo vimos cazando sin control, atacando a todo lo que se le acercaba, bogas, mojarras, moscas, señuelos o hasta alguna alpargata si llegaba a caer al agua! Ese mismo pez que es considerado agreste, agrícola y agropecuario; parafraseando al amigo de un amigo para referirse a una persona rústica, nuestro Dorado a veces se pone sutil y extremadamente selectivo casi como una trucha y no sabemos por qué. A pesar que el poco pique hace que los guías trabajemos el triple, siempre la pesca del dorado en Esquina nos deparará sorpresas, días brillantes y nuevos clientes y amigos.