¿Alguna vez habías soñado flotar en medio de laberintos inundados de vino tinto? Esto es posible realizarlo en las inhóspitas selvas del departamento del Guanía, al sur de Colombia.

Caño Bocón es un afluente del río Inírida, ubicado aproximadamente a unos 50 Km de la ciudad con el mismo nombre y capital del departamento del Guanía. El color de sus aguas podría compararse con una copa del más exquisito vino o de un fino rubí, con tonalidades traslúcidas que contrastan mágicamente con blancas playas de arena muy fina, enormes raíces, como si se tratara del período jurásico y con exuberante selva de color verde esmeralda. El secreto de esta inigualable belleza, se encuentra en la selva misma. Los residuos de las plantas y árboles cuyo proceso de descomposición al entrar en contacto con el agua, generan una gran cantidad de ácido tánico, da origen a la fantástica coloración rojiza que al observarse desde la superficie, crea un escenario casi imaginario, pero es real. Sonidos magistrales y sombras fantasmales, producidos por un sinnúmero de plantas, insectos, peces, reptiles y mamíferos, formando sin lugar a dudas un verdadero paraíso. Es tan poco el contacto del hombre con este derroche de naturaleza, que familias enteras de nutrias gigantes pueden ser sorprendidas de cerca en las lagunas, sin que se inmuten. Los delfines danzan cerca de los bongos como si fueran teloneros de una obra majestuosa y las nubes de cardenales y neones parecen rayos láser, azules y rojos, instalados bajo el agua.

Luego de un vuelo de aproximadamente 1 hora y media, desde Bogotá hasta Puerto Inírida y posteriormente navegando por el río Inírida aguas arriba, se puede acceder a la desembocadura de este Caño de ensueño, llamado así por sus aguas cristalinas y mansas, cuya tranquilidad es interrumpida 150 km arriba, por un impresionante raudal formado sobre uno de los afloramientos rocosos del escudo precámbrico guayanés, muy característico en la zona. Estas formaciones rocosas encontradas desde el norte del Brasil hasta la Guayana, constituyen una de las estructuras más antiguas de la tierra. Justamente, remontando el mismo río Inírida, estos afloramientos se hacen manifiestos a plenitud, con los imponentes cerros de Mavecure. Estos cerros ubicados en medio de la selva, son un lugar digno de visitar. El río los circunda casi perimetralmente con furiosos rapidos, los cuales casi podría pensarse, los protegen. Varias comunidades indígenas tendidas a sus pies, le dan al paisaje un ambiente místico. El agua del rocío y la lluvia, rueda por las laderas de semejando lágrimas de plata y arrojando destellos de blanca luz como si estos gigantes estuvieran cubiertos de escarcha. 

Esta maravilla hídrica constituye todo un complicado sistema natural de drenajes, formado por infinidad de caños y lagunas, que recogen la humedad de la selva y vierten sus aguas al curso principal o sea, Caño Bocón. Muy cerca del raudal denominado con el mismo nombre, desemboca caño Cuica. Un hermoso tributario de aguas mas taninosas, cuyo recorrido muchos kilómetros arriba, posee un accidente similar y más alto que el del Bocón; una verdadera catarata. Caño Cuica, está literalmente infestado de bocones, una especie de “Brycon” primo de nuestra sagrada sabaleta y de la Dorada ( similar al Pira Pitá ), probablemente llamado también “sábalo amazónico” ó “Yamú”, nombre por comprobarse si se trata del mismo pez. Su gran fuerza, combatividad y disposición cazadora, lo convierten en un potencial enorme para la pesca deportiva. 

Asaltar este tesoro guardado para la pesca deportiva es toda una experiencia. La riqueza de estas aguas por la variedad de fauna subacuática, dominada por toda clase de peces ornamentales, hacen del lugar un hábitat de lujo para el pavón ó Tucunaré, a la altura del mítico río Negro al norte de Barcelos en Brasil. No es raro obtener piques de Pavones enormes que habitualmente se delatan en la superficie con brutales “aguajes”, experiencia no recomendable para enfermos cardíacos.

Si se quiere navegar en caño Bocón, es necesario solicitar con anticipación autorización de las comunidades indígenas ubicadas en las orillas del caño. Son ellas : Yuli, Santa Rosa, Bachaco y Barranco Tigre, esta ultima ubicada a unas 7 horas de la desembocadura y último asentamiento humano hacia el occidente del departamento. Durante el recorrido pueden ubicarse diferentes campamentos, de acuerdo a las lagunas que se vayan encontrando, pues en estos sistemas selváticos, no es fácil obtener piques de Pavones en el río, probablemente por su lecho muy profundo y acidez. En este caso es importante buscar desembocaduras de pequeños caños, barrancos y playas, donde se sedimenta un poco el agua. El Bocón o Yamú ,si es muy común hallarlo cerca a las orillas.

El clima ejerce una gran influencia en la zona, considerando que se trata de selva húmeda tropical con altos niveles de evaporación, lo que desencadena frentes de lluvia con relativa frecuencia. La temporada ideal concuerda con la temporada de pesca en la sabana, aunque las aguas pueden tener su nivel más bajo hacia Febrero-Marzo. Mientras el nivel de estas últimas no descienda, la pesca se limita mucho a los alrededores de plantas semejantes a juncos, muy comunes en las orillas menos profundas. Mientras esté inundada la selva, los Pavones se desenvuelven en un entorno enorme y enmarañado, donde es casi imposible acceder.

Para mosquear en la zona, se recomiendan cañas No. 10 de acción rápida, para el caso del Pavón y No. 8 de acción media-rápida, para los Bocones. Es interesante llevar líneas floating y sinking. Las primeras, para atacar las orillas de las lagunas sobre todo con Poppers y, las últimas, para lanzar hacia el medio de las lagunas y desde playas en el río. Los bocones, es ideal pescarlos en la superficie con Poppers montados en anzuelo de acero ( No. 1/0 y 2/0 ) dejándolos derivar sin recobrar y debajo de obstáculos formados por raíces ó ramas sumergidas, que detengan la corriente. Dentro de las moscas más recomendadas, está la Striker, cuya efectividad es impresionante para las dos especies de Pavón que viven allí : el Cichla Ocelaris y el Cichla Temensis. La Fire Tiger atada con “Super hair” y otra muy destacada para el lugar, es la famosa Deceiver; aaah! y una novedad : la “Morenita”, cuyo diseño fue realizado por nuestros colegas argentinos para la pesca del Dorado en el río Paraná; el resultado para el pavón, es tremendo y se acomoda bien para manejarla con líneas sinking tipo Teeny, Deep charge o similares. Como siempre, es importante tener un carrete con freno de disco y una reserva de backing por lo menos de 150 yardas. Los leaderes ideales, no deben ser de más de 7,0 pies, con un tippet tipo “bimini” de 20-25 libras y un shock de 50-60 libras. Los furled leaders son muy buenos por la ventaja que tienen al lanzar, pues desalojan toda el agua y su efecto resorte potencializa el lance y absorbe los tirones, aumentando el rendimiento del tippet.

Caño Bocón pertenece a la llamada selva del Mataven, debido a que allí nace el río con ese nombre; esta selva ocupa los departamentos del Guanía, parte del Vichada y del Guaviare. Al oriente de Puerto Inírida, navegando por el río Inírida corriente abajo, se encuentra la estrella hidrográfica del sur, donde confluyen en la frontera con Venezuela los ríos Guaviare, Orinoco y Atabapo. Al frente de la desembocadura del río Inírida al Guaviare, a unos 10 minutos de la ciudad en carro, se llega a Coco viejo. Un conjunto de rocas a las cuales se puede acceder desde la orilla en verano para pescar Sardinatas, Payaras y Pavones. El lugar es muy interesante, debido a un rápido que se forma y a algunas pequeñas lagunas alrededor. Inclusive, se pueden ver algunos petroglifos ó inscripciones indígenas muy antiguas, legado de culturas que allí habitaron y cuyos descendientes aún son la mayoría de la población del departamento.

Esta pesca sobre el río Guaviare, puede hacerse con el mismo equipo que se recomendó para los Bocones. La sardinata es un pez similar al sábalo, que tiene la característica de “tocar” la mosca, antes de intentar comérsela. Con una sierra cortante que posee en el cuerpo entre las aletas pectorales, golpea las sardinas u otros pequeños peces, hiriéndolos para luego devorarlos. Ubicarlas es muy fácil, pues cazan juntas y persiguen bancos de peces pequeños atacándolos con tal velocidad, que rompen sorpresivamente la superficie. Una estrategia buena para engancharlas, consiste en detener la mosca luego del primer toque ó darle pequeños “jalones” con la línea, semejando un pez herido. Las mejores moscas para la Sardinata, son las deceivers, las EP y las sardinitas hechas con Holo fusion. El Popper las enloquece, pero es difícil chuzarlas al no hundirse, pues no lo atrapan con facilidad. La línea sinking tip, ojalá con tip transparente de 5 pies, resulta muy adecuada para esta pesca. Una Sardinata grande, puede perfectamente sacar más de 50 yardas de backing en pocos segundos y saltar danzando en la cola espectacularmente. La Payara, también habita las mismas aguas, aunque hacia Febrero ya han subido y no es común encontrarlas. Para esta especie, hay que usar un shock de acero, debido a los dientes tan afilados y la fuerza en la mandíbula. Cualquier mosca puede servir por la agresividad que tienen, pero preferiblemente deben usarse moscas largas o con “tándem”. Se recomiendan : la Surf candy , Serpent flies, EP´s, Poppers y Divers, en general combinaciones con rojo y blanco. El primer envión de una payara es brutal y tiende a protegerse en la corriente más fuerte, lo cual multiplica su fuerza.

Como destino de pesca valdría la pena promover caño Bocón y sus alrededores, para un buen desarrollo ecoturístico de la región, el cual beneficiaría directamente las comunidades indígenas y evitaría otras actividades extractivas y la pesca indiscriminada con fines comerciales.