El pasado fin de semana, pusimos proa al noreste y partimos, con mis grandes amigos y compañeros de pesca Ariel y Álvaro, en busca de nuevas aguas para tentar al rey del río.

Casi dos horas de navegación, nos permitieron disfrutar de buenos mates, realizar avistaje de fauna, flora y por supuesto, armar los equipos de mosca y hacer los primeros intentos en ciertos lugares que se veían tentadores.

El objetivo era hacer noche y pescar las aguas del río Pavón.

Llegamos al Pavón el sábado cerca del medio día, e inmediatamente comenzamos con los intentos.

El gran viento, que nos acompaño todo el fin de semana, nos limitaba a pescar en zonas donde quedábamos reparados, y el pique estuvo duro, pudiendo concretar alrededor de 6 capturas antes de cortar para elegir la costa para armar el campamento.

Picada, asado y a dormir, soñando con tener un domingo con mejores condiciones de viento. (Error!!!)

El domingo amaneció, mates, desarme del campamento, preparamos los equipos y salimos en busca nuevamente de mejor condición de pesca.

Muchos lugares soñados, combinaban aguas negras con marrones y ahí estaban, esperando nuestros engaños.

El pique fue en aumento hasta que, en una desembocadura de un arroyo de aguas negras y posterior corredera con rebalse de aguas negras del campo, tuvimos, literalmente, un festival de piques. La cantidad, calidad y borasidad de dorados que encontramos fue sencillamente increíble.

Nos dimos el gusto de pescar con ratas, verlos cazar, probar todo tipo de streamers y tener increíbles batallas.

En resumen, una salida de pesca totalmente satisfactoria, en la cual disfrutamos cada momento y no nos faltó nada, inclusive el viento!!!