Esta es una nota de hace 5 años obtenida de una experiencia inolvidable con mis amigos, mentores y compañeros de mate y pesca del LOOP Army

El escuadrón más austral del Loop army se prepara para una misión más con un alto grado de dificultad. Este rival se ha cobrado más victimas que ningún otro por estas latitudes. Su mística inigualable, su gran tamaño y fuerza, y su engañoso encanto ponen a cualquier pescador en esta tierra en una situación de duda y desconfianza, generando impotencia y luego exilio. Conocido como el guardián de las “Cabeza de acero”, el Río Santa Cruz se impone ante todos como uno de los ríos más desafiantes en el mundo entero. La lectura de sus aguas demanda el aprendizaje de otro idioma, uno al cual solo algunos han podido acceder luego de muchas horas de sacrificio, de duda y de auto cuestionamiento. Este panorama parece tan desalentador como a la vez motivador para quien no ha incursionado en sus aguas. Pero hay algo en este lugar que no creo que haya en muchos otros lugares, es una especie de “magia o encanto” que solo se devela al borde de la locura, y que una vez que se vive la mente hace un “click” y luego de eso… como la misma steelhead remontando sus aguas, te hace volver una y otra vez para pescarlo, para seguir descifrándolo.

El Escuadrón de Loop de Río Gallegos luego de una planificación de meses se interna en la zona media del Río Santa Cruz, primer semana de Mayo, el frío ya es una constante y peor aún a 40 km por hora sobre el río en nuestra embarcación, áspero, muy… Claudio en el timón, Diego y Yo distribuidos en peso para mejor estabilidad. Para esta parte de la temporada el sol sale después de las 8am y se esconde a las 7pm. Nuestro primer objetivo es pescar los pozos que conocemos para tener una idea de la ubicación del run de steelheads. El agua es más clara que en los meses anteriores y ayuda a leer los diferentes canales y bahías en los cuales pescaremos. La luz del sol tiene un efecto importantísimo a la hora de leer estas aguas, dando diferentes tonalidades de azul a los pools y correderas. Las piedras de evidente origen glaciario situadas en el fondo del agua actúan de reparo ante semejante caudal y en la superficie solo se observa pequeñas variaciones en el movimiento del agua dando de una idea general de cómo es el fondo. Nuestro primer pool a solo 5 minutos de nuestra cabaña es conocido como La Usina, una corredera de unos 70mts de largo, con un fondo muy irregular de no más de 2,5mts de profundidad, y agua medianamente rápida. Detenemos nuestro bote, y desenganchamos la artillería ya armada y colocada a los costados del mismo. En rasgos generales, nuestras cañas eran #9 de entre 12,6 hasta 14 pies, y de acción progresiva como la Gass y la Spey Classic y de acción más rápida en Lts X1. Los reels evotec, Speedrunner y Lts cargados con monofilamento lts del 0,40 o running, shootings de hundimiento 4 como así líneas opti adapted combinadas de cuerpo 3 con punta 5, lideres cortos de 2mts máximo simplificados con tippet de o,35mm para dar vuelta moscas articuladas de gran tamaño y peso. Si bien nuestras expectativas al ser el primer pozo eran altas no esperábamos semejante sorpresa. Los 3 ubicados en la corredera comenzamos a batallar. Un cast de 25 mts constante, mend aguas arriba, twich, twich y asi sucesivamente; algunos cast pescados a deriva muerta, otros pescados sin mendar la línea, pero la distancia constante. En tan solo 15 minutos el evotec de Diego comenzó a rodar descontroladamente. Casi finalizado el swing una steelhead de 5 kg le tomo una woolly bugger color púrpura y luego de batallar 7 minutos la destreza de Diego la acercó a la orilla. “Fresca”, en perfectas condiciones, y devuelta al agua rápidamente. Con la autoestima en alto continuamos el pool, y en tan solo 10 minutos llego mi turno, otra hermosa y fuerte steelhead me arrancó la línea de las manos al embestir a mi bunny lech. Estábamos eufóricos, el río nos estaba pagando. Luego de unos minutos, Diego se encontraba en la cola del pozo, prácticamente llegando a su final, casteando totalmente enfocado en el pozo, yo me encontraba muy cerca de él y fui testigo de uno de los piques más violentos que vi en mi vida. Su mosca se encontraba en la mitad de la deriva, en agua rápida, y antes de hacer cualquier movimiento un monstruo tomó la mosca a la carrera y siguió corriendo aguas abajo, el reel no paraba de sonar y literalmente le quemó las manos a Diego la línea que sujetaba, fue realmente violento. Yo tire mi caña al suelo y busque mi cámara, corrí y me ubique detrás de Diego para ver si lograba capturar un salto. Diego tardo unos 10 intensos minutos en orillar este macho. El peso era de unos 7 kilos y su condición era muy buena, una mezcla de color cromo con una leve franja rosada en el medio y su lomo verdoso, una verdadera belleza en estado salvaje.
El resto del día recorrimos otros pozos, intentando ubicar más peces, La Marina, Elefante, Marios, y el día rápidamente se nos fue. Nos quedaba un último pozo por pescar antes de regresar a la cabaña, Benji, Diego lo conocía de años anteriores entonces nos explico donde entrar, eran las 6 de la tarde y solo nos quedaba poco más de una hora de luz. Claudio entro primero, castigando la Green 9116 con tiros de 30mts y nosotros atrás. Casi oscureciendo sentimos que el Evotec G4 de Claudio chillaba y su caña se doblaba hacia el agua, y él en silencio tratando de calmar su mente, sabía que fuere lo que fuere era grande. Mucha presión sobre el pez, con mucha practica en sea trouts del gallegos y algunas steelheads de British Columbia la experiencia y talento de Claudio le permitieron sacarlo y nuestra cara de asombro y felicidad lo decía todo, un macho con el lomo jorobado y mucha masa corporal de alrededor de los 8 ½ kg, fresco, macizo, uno de los mejores peces que he visto en mi vida. Sin mejor forma de terminar el día que esta nos fuimos a la cabaña para comer y recargar las energías para el día siguiente.
Un cielo increíble y mates, hoy es día de exploración. Aguas arriba algunos pozos conocidos pero mucha agua para relevar. Preparamos un poco de carne y el disco para comer en el río. Al salir vemos que las botas están blancas de escarcha, pero las ansias nos llevan por inercia hacia el bote y empezamos la marcha. La buena luz nos permitía leer las bahías y los cambios de agua, y el innombrable todavía no se había levantado… Luego de media hora de navegación llegamos a Sofi´s Pool, era un jeroglífico de canales, remolinos y contra corrientes bastante difícil de cubrir. Probamos diferentes hundimientos entre líneas y moscas pero esta vez no tuvimos tanta suerte. Luego de unas horas de pesca intensa decidimos parar para comer, bifes a la criolla y continuamos. A medida que remontábamos el río podíamos observar bifurcaciones y pequeñas islas que muy raramente habrían sido pescadas por alguien. Nos detuvimos en dos bahías y pescamos unas dos horas intensamente, solo unas pequeñas residentes tomaron las moscas que por un segundo generaban adrenalina, pero todavía sin tocar una steelhead. La tarde volaba, y decidimos detenernos en una bahía desolada, en el camino de regreso. Un canal de agua rápida, con un aparente fondo de rocas y del lado de la bahía agua lenta, parecía el lugar prefecto. Esta vez yo entre primero aguas abajo hacia el final de la isla, y casi llegando a la punta, con lanzamientos de mano izquierda mi deriva muerta cruzando los 45º aguas hacia abajo hizo estallar mi opti, una corrida increíble y un salto acrobático y la bestia ya estaba en unos 15 mts de backing, mi freno estaba bien tenso, no podía vadear hacia abajo por que la isla terminaba allí, debo confesar que nunca tuve el control en este mano a mano, y sin darme un respiro luego de 5 minutos de presión se soltó mi mosca en un movimiento violento, sin palabras, a seguir trabajando.
Esta vez volvimos abatidos, con frío de tanto andar en el bote, algunos piques y un pez perdido eran el resultado de nuestra recorrida. Nos quedaban muchos lugares por probar pero debíamos enfocarnos aguas abajo donde el run tenía que ser más numeroso, y fue lo que hicimos el día siguiente. Levantarse luego del castigo se sentía en los huesos pero todo lo que había para pescar solo provocaba ansias. Lo bueno del 3er día es que uno ya sabe con se puede encontrar, el cast definitivamente es mejor y el equipo ya se encuentra equilibrado. No es poca cosa dar vuelta una mosca articulada de gran peso a 30 mts de longitud cada 20 segundos por 10 horas diarias. Este día los tres sentimos la misma sensación “estamos cubriendo el agua tal cual como queremos”, avanzando sincronizadamente, barriendo cada pozo en equipo, decidiendo entre los 3 que diferentes ángulos, derivas, moscas a usar, para descifrar la estrategia más exitosa. El resultado de este día fueron 7 steelheads clavadas de las cuales 5 pudimos sacar. Ningún monstruo esta vez pero la calidad y condiciones de estos peces era alucinante. Volvimos con gran euforia, sabíamos que el desafío era grande y que el río nos develó una pequeña parte de sí, pero en el viaje de vuelta se plantearon tantas interrogantes como asi también acordamos en varios pensamientos…
Algunos de los pozos son cubiertos de mejor manera con líneas scagit o shooting heads con cuerpos de flote y puntas de hundimiento ya que las piedras de gran tamaño pueden dañar fácilmente al shooting head de cuerpo completo de hundimiento que pescan completamente sumergidos, a diferencia de otros pozos de gran velocidad y profundidad que se pescan mas efectivamente sumergidos totalmente- La cantidad de pozos que hay en tan pocos kilómetros de río hacen reflexionar una y otra vez acerca de cuan numeroso puede ser un run de steelheads sembradas hace tanto tiempo y sin haber sido pescadas. O cuantos pozos hemos pescado pensando que estaban vacios y no lo estaban. Cuál será la velocidad de estos peces para remontar el río y aún estar completamente plateados en su tramo medio… los peces migratorios solo tienen un bajo porcentaje de comportamiento de trucha, aunque nunca dejan de serlo…