Mario Capovía fue una persona sensible, honesta, frontal y de gran corazón. Dueño de una gran riqueza cultural, conocía mucho de música, arte, geografía, de especies animales y vegetales. Sabía más de peces que muchos biólogos acuáticos. Un gran amigo de sus amigos, siempre estuvo dispuesto a ayudar y a compartir. Un pescador de alma desde su niñez, tuvo una infancia de pesca en la Costanera de Buenos Aires, los lagos de Palermo y los ambientes del sistema de Las Encadenadas en su época de esplendor. Pescó en una Patagonia aún virgen y recorrió cuanto ambiente pudo. Pescó dorados en muchos ambientes. Valoró cada especie cabalmente. Su casa era un verdadero museo de la pesca producto de su espíritu coleccionista. Era un gran caster y uno de los mejores atadores, así como un pescador excepcional en todas las modalidades. Habiendo enseñado a cientos de mosqueros personalmente y a miles a través de sus artículos, sin dudas Mario fue un referente del sector. Fue uno de mis maestros y un gran amigo. Alguien a quien siempre voy a recordar y nunca dejar de extrañar.

Conocí a Mario en el año 2001, aunque compraba sus moscas por encargo desde hacía casi una década por medio de otro grande, Máximo Ortega. Mi novia quería aprender a pescar con mosca y luego de varios intentos frustrados de enseñarle, decidí que lo mejor era buscar un instructor. Máximo recomendó a Mario como la persona ideal para que le enseñe. Así fue que comenzó a tomar clases con él, estaba encantada. Un día, a través de ella llegó una invitación para conocerlo. Su casa era un verdadero museo de la pesca. La colección de señuelos y reels antiguos me impresionó. La mezcla de olor a cigarrillo, materiales de atado y resabios de sus dos loros no importaba, había construido un santuario personal donde era feliz, un lugar con una magia especial. Nos hicimos amigos de inmediato.

Le pedí que me enseñara a atar moscas ya que hacía dos años que había comenzado por mi cuenta y no estaba conforme con los resultados. El primer día, llevé mis moscas a pedido de él para evaluarlas. Preguntó: "Te gustan tus moscas, porque a mí no?". Respondí ofendido: "Pueden mejorar, pero pescan". Ahí me explicó la importancia de pescar con un engaño elegante, la satisfacción que esto produce, que no era lo mismo tirar un bodoque de pelos y plumas en vez de algo bien diseñado, entendiendo el porqué de cada material y vuelta de hilo, así como sus orígenes en la historia de este deporte. Debo reconocer que desde ese día mi forma de pensar en este respecto cambió, pescar va mucho más allá de sacar un pez del agua.

Como vivíamos a tres cuadras y en ese momento yo estaba estudiando, compartimos mucho tiempo y me enseñó muchísimo. Constantemente estaba innovando y probando nuevos materiales y patrones. Era un verdadero creativo con muchísimo talento. Con muchos reparos al principio, me fue prestando uno a uno todos los libros de su biblioteca para que pudiera aprender más. Luego charlábamos acerca de cada uno ya que el no leía en inglés.

Pescamos bastante juntos, desde pejerreyes hasta tarariras. Mario era un maestro en cada  modalidad de pesca, un verdadero pescador integral, algo que hoy lamentablemente escasea. En las lagunas le gustaba pescar sentado en el bote así los pejerreyes se acercaban. Usaba un equipo muy sutil con micro-boyas y tenía un resultado bárbaro. A spinning fue el primero en mostrarme la valía de los equipos antiguos, por el supe qué era un Alcedo o un Luxor. Al principio pensé que era una excentricidad o una simple manía pero luego entendí que aquellos equipos en muchos casos eran superiores en performance y calidad a los actuales. Tenía una cajita UMCO con señuelos clásicos, usaba nylon y no multifibra, era un pescador de otra época que conocía las vueltas de las Hoplias a la perfección.

Pescando con mosca era muy eficiente: económico en sus movimientos, preciso lanzando a cualquier distancia y muy atinado siempre en la elección de su mosca y equipo. Siempre creí y lo sostengo: si se lo hubiese propuesto seriamente, Mario hubiese sido un caster de renombre mundial. Tenía facilidad natural, era realmente hábil.

Fue el creador de varias moscas, entre ellas la Lenny Kravitz, uno de los patterns más efectivos para la pesca de pacúes y salmones en el Alto Paraná. Conservo unas cuantas atadas por él que pienso seguir usando, sé que le hubiese gustado.

Cuando viví en la Provincia de Buenos Aires, en muchas oportunidades Mario vino y enseñó a un grupo de chicos del pueblo a atar y a los mayores a lanzar. Sembró la semilla de la pesca con mosca en el pueblo, dejando un legado importante. Posteriormente me tocó vivir en los Estados Unidos. Por aquel entonces enviaba relatos y fotos de lo que pescaba por mail a mis amigos. Uno de aquellos mails se convirtió en mi primer nota en el boletín de la AAPM gracias a Mario y Javier Alurralde que me convocaron a hacerlo. Así fue que comencé a escribir.

La última pesca juntos fue el año pasado, fuimos a pescar dorados y embarcamos una ola que literalmente lo bañó ya que iba en proa. Quedó chinchudo y rezongando hasta que otro amigo le dijo: "Tranquilo Elmer". Ahí se empezó a reír, pese a seguir enojado, y al rato se le paso. No pescamos nada pero la pasamos bárbaro.  

Recuerdo cuando comenzamos con Fly dreamers y vio que los contenidos se localizaban en el mapa. Me llamó y dijo: "Queres que la gente marque la piedrita donde pesco?". Cuando le pregunté habló del impacto de dar a conocer ambientes muy frágiles que no pueden soportar presión de pesca. Opinaba que en vez de preservar íbamos a causar un daño y tenía razón, modificamos el sistema para que no hiciera falta tanta precisión. Nos ayudó en todo momento con el proyecto, aportando ideas y participando. Permanentemente venía de visita a la oficina a charlar de pesca y de la vida. Siempre le vamos a estar agradecidos.

Se fue un grande, pero su legado queda vigente en muchos de nosotros para transmitirlo a los nuevos pescadores. Gracias Mario.

Aquí les dejo el link de una entrevista que le hicimos a Mario en el año 2011, vale la pena leerla:

https://www.flydreamers.com/es/articulos/show/news-43/title/entrevista-a-mario-capovia-del-cet