Lugar, mi intención: Costa Rica.
Un pesca que venía armando hace un año exactamente y que lo venía soñando desde que era niño. Costa Rica, Golfito, en el Pacífico Sur de ese País. Fui una semana. Sólo. Pesqué 5 días. Viaje armado por las mías (transporte, guía, etc.).
Cada mañana a la 6.00 luego de desayunar pasaba el capitán (Antonio) con su lancha a buscarme por el muelle flotante de madera (una panga de 28 pies y 2 motores de 200 hp c/u). Venía también con nosotros mi guía (José) y nadie más.

Los equipos fueron: #8, #9, #10, #12 y #14. (todos con WFF). Usé y pesqué con todos, menos con el #8 que ní lo armé.

Pesqué varias especies que quería y otra que Dios puso en mi camino (Big tunas), y me traigo el pendiente de algún picudo que no se me dio esta vez.

Forma de pesca.

La forma es una principalmente: el “Teseo “.

El Capitán va a los sectores de pesca (in shore u off shore) y el guía trolea señuelos/carnada (sin anzuelos obvio) para atraer al pez, al que sea. Cuando el animal sube al teaser él quita el engaño del agua lo mas rápido que puede y el mosquero entra en acción para tentarlo.
Una pavada parece. Yo lo había visto mil veces en internet antes de salir y parecía fácil: “es sencillo” me decía: “el tipo te trae el pez, cuando éste está atónito porque no llega al señuelo le tiras la mosca, toma de una y pelea asegurada”.
Pues no es tan así. Muchas veces se acerca el pez, se le saca el señuelo, pero aunque logres poner bien la mosca en frente (bote que se hamaca, hay olas no es flat), muy probablemente, no le den bola y el pez vuelva a lo profundo sin saber más nada de él. Y entonces otra vez a buscar troleando, teseando por horas y horas….

Las zonas de pesca son dos:

In shore: Cerca de la costa (hasta unos 300 mts de ella). El agua allí tiene una profundidad de 10/20 mts algo amarronada aunque transparente. Igual aquí el teasero debe levantar el pez del fondo con lo engaños. No obstante, algunas veces, tirando la mosca contra la playa, casteando va, algunos peces podes atrapar.

Off shore: Acá navegas por dos horas mar adentro hasta llegar recién a los lugares de pesca. La profundidad ronda los 1.000 mts o más (una locura!). El agua es azul profundo. Transparente pero eterna. Es eterno todo allá: a los costados, hacia arriba, hacia abajo. No se ve nada más que agua y olas, apenas la costa podes ver a lo lejos porque tienen montañas tupidas de vegetación. Sino fuera por ellas no se ve nada, sólo agua y agua.


Allí afuera se buscan también palos flotando o basura. Allí puede haber peces pequeños a su cobijo y tras ellos algún predador (tunas, bonitos, dorado, etc.)

Debo advertir algo de esta pesca: no es una pesca “activa” o “divertida”.
El troleo es troleo y aburre. Más si no nos gusta hacerlo. Además como el señuelo no tiene anzuelo –obvio- la posible “subida” de un pez, después de horas de esperarla, seguramente resulte en pérdida porque no es tan fácil que luego él tome la mosca si es que pudimos tirarle justo.

Tenerlo presente: es una pesca que requiere nervios de acero si algo sube (no sube chiquitaje en el azul profundo donde se anda con teaser de 40/50 cms. de largo y casi un kilo de peso) y mucha paciencia: pueden pasar horas antes que ello suceda, o siquiera no suceder.

Big Tuna (Yellowfin tuna).

Fueron lo top del viaje. Los que me lo salvaron de alguna manera
Aclaro algo: no es una pesca que se da habitualmente, de hecho los grandes (porque los pequeños son más habituales) pasan muy pocas veces al año. Fue mucha suerte dar con ellos.

Estas moles de 60/80 lbs. venían justo tras un cardumen inmenso de delfines. Se quedan tras ellos un par de días o mas o menos. Depende.
Un barco amigo los divisó (ellos estaban con carnada) y nos avisó por radio. Antonio, luego de trolear varias horas sin ninguno que “suba”, me pregunta si quería ir. “¡Claro que sí!”, no dudé ante tanta pasividad sin ver un pez.
Llegamos al rato y eran dos estadios de fútbol repletos de delfines que avanzaban saltado. Pero no sólo como saltan delante de los barcos, es decir, como un galgo hacia adelante. Saltaban saliendo varios metros en vertical al agua y haciendo tirabuzones de varias vueltas. Caían y un splash terrible se sentía por todos lados. Una locura en medio del mar. Un espectáculo para miles de fotos pero no estábamos para eso.

El barco que nos avisó, estaba peleando uno.
Nos posicionamos enseguida en el borde del cardumen (digo borde por decirlo de alguna manera, porque los delfines cambian de rumbo, pasan por atrás por adelante, por debajo, saltan a tu lado, etc).
Le había preguntado a Antonio el tamaño de esos atunes mientras marchábamos hacia ellos, para saber qué equipo usar. “Y… son grandecitos , señor…” (eran de pocas, poquísimas palabras Antonio y José). No pregunté más y para asegurar mandé la #12 de una.

Se posicionó y arrojo lo mejor que puedo al cardumen de delfines. El primer pique fue fulminante y a los pocos minutos.
Una corrida bestial que me arrancó no solo la línea sino que calculo unas 200 yds del baking (¡!). El reel giraba a mil, el freno no servía, la mano ayudó. No lo podía creer, como tiraba ese pez.

Yo hasta ese momento no sabía de qué tamaño eran. Pensaba que tendrían a lo sumo 10/15 lbs que son los grandes de los chicos.
Claro que a los pocos minutos (tardé 45 en pescar el primero) me di cuenta que no eran atuncitos: eran grandes atunes. Me costó más que los tarpon´s que había pescado con ese mismo equipo #12.

La pelea, sacando los primeros minutos, es fastidiosamente a fondo (en algunos momentos lo tendría 50 mts en vertical abajo del bote): tratar de levantarlo a la superficie era imposible con la #12 y el Dacron de 30 lbs. A cada minuto pensaba que reventaría. Pero lo quería sacar. Y finalmente salió entre tira y afloje.

Un pez formidable y uno de mis sueños cumplidos. Es puro musculo y pesado como plomo: por fuera es tan duro que su lomo espejado que refleja tu cara , si lo golpeas sentís como un toc-toc llamando la puerta. Una bestia ideada por Dios para nadar y muy rápido (puede superar los 70 km/h.) .

Con él quedé exhausto. No daba más, pero Feliz!.
Pero como ellos seguían allí nadando entre los delfines y ambos tripulantes insistían en buscar más, son pocas veces en el año que se dan esos peces, fuimos a intentar con otro.

Metí ahora la #14 con backing de 50 lbs de GSP. Leader de 120 Lbs y a otra cosa.
Y pinché otro mas grande.
La corrida de 200 yds sostenida y bajo mucha presión la aguanté (es lo más lindo). El reel se pone a prueba porque la corrida larguísima y veloz es con el freno ajustado bien fuerte, donde la fricción es mayor. Al rato, al igual que el primero, se fondeó bajo el bote. Pero esta vez no iba a pasarme 40 minutos palanquenado y sufriendo, asique le di con todo, como para cortar como cuando se nos engancha la línea.
El equipo aguantó (caña & reel fundamental, al igual que buen backing). Esta vuelta en solo 25 minutos lo tenía arriba y era un poco mas grande.

Esos dos peces nos llevaron medio día y con lo que habíamos troleado a la mañana (sin éxito) casi se nos fue el día. Un gran día.

Al día siguiente aparecieron de nuevo. No dudamos y fuimos por ellos. Logré otros dos más (ya con la #14 de movida y habiendo entendido cómo pelean).

Un pez tremendo y que a mosca es muy difícil capturar, son pocos los que lo consiguen ya que es más por estar en el lugar justo en el momento justo, que por otra cosa.
De hecho el head-guide me comentó que en su 16 años en Golfito era el primer mosquero en lograr uno allí. Había él sacado Marlines, Velas, Roosters a mosca, pero nunca uno de esos Bigs tunas (60/80 lbs.). Me dijo que había tenido mucha suerte de que justo pasen. Porque pasan, como dije, sólo unos días al año.

Con ellos estrené la #14 y me di cuenta que no era un equipo grande, y lo mejor, que me dejó una sensación de fuerza, velocidad y violencia que jamás olvidaré.

Roosterfish (pez “Gaio”).

Logre finalmente 2, de unas 20 lbs. Hermosos ejemplares, más grandes de los que pensaba sacar. Otra vez el mar me premiaba con la especie buscada y me regalaba tamaño.

Fue la pesca más divertida que tuve allí.
Es in shore. Paralelo a la costa uno puede tirar aunque se esté teseando a la vez. De hecho el que primero pesqué fue con mis casteos y no con la ayuda del teaser.

Su pelea es fuerte y corre duro al principio sacando un animal de esos unos 50 mts de línea. Pero lo que más me gustó fue la pesca cerca de la costa, pudiendo tirar uno y sobretodo la toma. Vienen por la superficie, suben de abajo (8 a 20 mts), y le erran. Seguís stripeando (no pares aunque golpees la mosca contra el casco) y ellos le arremeten de nuevo. Una, dos y hasta tres veces. Parecen las tarariras cuando quieren agarrar un Yitter. Para colmo en esa arremetida en superficie donde apenas sacan su lomo se les para la aleta dorsal de radios separados (de allí su nombre) y a vos se te eriza la piel.

Un pez formidable, divertido y atrapante, allí entendí a sus cultores.


Bonito.

Logré uno de unas 6 lbs. tras un palo que flotaba en medio del mar. Apenas tomó disparó casi 100 yds. Al principio pensé que por esa corrida se trataba de un animal mucho mas grande, pero cuando lo estaba arrimando me di cuenta que no lo era y al sacarlo lo confirmé.

Como ese palo tenía mas peces (saqué unos atuncitos chicos 3/5 lbs y otros más chicos que ní se el nombre) no le dediqué ni una foto para no perder tiempo.

Con ese que saqué entendí porque les dicen “blue runner”. Una especie de Bone del pacífico, por su velocidad pese al tamaño.

Me perdí los Jacks del Pacífico.

No se los sale a buscar, es una pesca que si se da se da.
Estando intentando con los Rooster una maña, Antonio me dice “mira, tírale a ese cardumen de pescados”. Se veía a 40 mts una mancha de 2 mts de diámetro repleto de colas de peces, más o menos gandecitos. Todos amontonados sacando sus colas y aletas.

Mientras nos acercábamos pregunto: qué son?... “Jureles” me dicen al unísono. Con la misma vara para el rooster, me alisté cual lo hacemos en el skiff del Flat. Se acerca el bote y cuando estamos a unos 15 mts. me paro en proa y cuando voy a hacer el lance me doy un porrazo mal. Ruido y se van los Jacks. Claro no es lo mimo parase en ese bote, en donde las olas se están formadas a punto de romper, que en un skiff en flat. Perdí así mi chance.

Pero al rato vino una segunda chance. Misma situación. Decenas de jacks moviéndose en superficie un par de mts2.
Esta vez castié desde el fondo del bote pero olvidé ahora el tema precisión. Y cuando vi la línea que iba en el aire con destino a ellos me di cuenta que caería encima del cardumo, pero lo cierto es que no me preocupé: “si son Jacks, no se espantarán” pensé. Cayó la línea encima del manchón de peces y enseguida salieron disparados para todos lados perdiéndose de vista. No quedó ni uno. Otra oportunidad perdida por no reparar en este tema de la precisión que por lo visto me la había olvidado en el skiff….

Y tuve una tercera chance (la vencida?, No!).
Ahora hice todo más o menos bien pero el bote se había acercado tanto que cuando estoy en el segundo stripeo y con un par siguiendo mi mosca (uno debía tomar, al menos por competencia) se me acaba el recorrido y el bote que se movía como que se les encimó. Vieron el casco moviéndose y de nuevo “pluf” se esfumaron todos.
Luego de ello quedé enloquecido con esa pesca, lo mas parecido a la pesca de Flats. Seguimos buscando manchones pero no vimos mas, ni ese día ni ningún otro.

Casi un Marlín…. Y casi un Vela (Sailfish).

Lo de “casi” es mentiroso porque ni siquiera me picaron.

En esas eternas horas que le dedicamos al troleo de ellos, sólo subieron: un par de Velas, que así como subieron se fueron al fondo. Un Vela solitario que se quedó en superficie unos 10 segundos, y pese a que le puse un buen tiro, giró vio la mosca y no la tomo. Dio una vuelta mas, yo en el falso cast, y se hundió. Tiré la mosca cayo, pero nada. Troleamos luego por allí para que regrese pero nada.

El último día, por la tarde y para regresar ya luego de estar troleando hacía 4 hs., en esa paz que te deja casi dormido, siento el grito de José que dice “¡Viene, viene!!” Y el de Antonio que encima dice “¡Marlin, Marlin, es Marlin!!”.
Salté de donde estaba sentado caso dormitando, y empuñe la #14 (siempre debe estar lista). El bicho tenía hambre.
Se le tiró primero a un teaser, José se lo sacó en seguida y se fue corriendo al otro que estaba tirado. José se lo sacó también, bote en neutra y la hora de la verdad: el Marlín se quedo en superficie (un logro!) dando vueltas como diciendo dónde está mi comida. Lo tenía a escaso 10/15 mts.
Pero tirar con ese equipo una moscota de esas en medio del mar, era como hacer un cast de 35 mts en el Río con viento en contra. “¡Apúrate, apúrate que se baja!” y gritos por el estilo.
Tiro nomás y la mosca cae enfrente de él que justo giro hacia el bote. Cuando digo que giró y que se quedó en superficie, imagínese una mole de esas con sus aletas y pico que cual periscopio sale del agua, está buscando algo para tacarlo y tu tienes la mosca justo allí. Te enferma, da terror.
Da miedo verlo y encima sabiendo él que está el bote ahí como desafiando al mosquero diciéndole : “no te tengo miedo pibe, tírame lo que sea que si lo agarro te arranco de ese bote con equipo y todo!”.

Mi mosca cayó justo y él la ve. Gira con su enorme pico y se le acerca (todo en 2 segundos) como rozándola con su pico, olfateándola … pero no la tomó. ¡Qué cerca estuvo!

José volvió a “tesearlo” para que se tiente de nuevo y no se regrese a lo profundo, pero no hizo caso ahora. Luego de mostrar desinterés en la mosca se sumergió y no lo volveríamos a ver más, ni a ningún otro.

No pesqué ninguno, no me picó ninguno. Pero la experiencia de tener esos colosos del mar a cms de mi mosca luego de tantos sueños y horas de búsqueda me ha dejado una sensación inexplicable y unas ganas certeras de querer volver a intentarlo.
Ojalá pueda.


En conclusión: una pesca muy diferente al Flat, con aspectos que si queremos intentarlo debemos tener en cuenta para no sufrirla, sobretodo el tema de la espera, el troleo y la posibilidad cierta de perder las pocas chances que pueden ofrecer esas aguas a un novato como yo.
Pero eso, es en parte, lo que me ha dejado las ganas de volver.

Eso sí, investigaré mejor el tema de la técnica de pesca, la temporada y lugares alternativos. Esta primera es la que puso la semilla de la fiebre del Bluewater. Ojalá tenga medios para poder intentarla otra vez.

Un sdo. a todos.