La definición de pescador deportivo tiene en cuenta la vital importancia de la caña, no así la del reel, que es un simple reservorio de línea que, en muchos casos, facilita el lanzado, pero fundamentalmente sirve para vencer con el registro del freno la vitalidad del pez. Pero sin reel se puede pescar y en perfectas condiciones deportivas. Entonces lo importante es la caña; con ella se lanza, se tensa la línea y se afirma el pez. Lo hace todo.
Por eso el reel en la modalidad de mosca cumple con la misión elemental de aflojar la línea y cuando la experiencia promete peces grandes aumenta la capacidad y exige un buen freno. En general los de mosca son carretes simples o de acción simple, lo que quiere decir que a cada vuelta de manija corresponde una vuelta de tambor, esto es, carecen de multiplicación. El pescador de truchas suele trabajar con escasa línea que solicitan los tamaños medianos comunes en la mano. Solamente cuando se enfrenta a una gran correntada o un ejemplar de excepción, pone en juego su reserva de línea y el poder del freno, el que raramente tiene graduado con la resistencia del leader, el tamaño del anzuelo de la mosca que utiliza en ese momento y el largo de acción de su caña. Pero en fin, los mediocres reels de mosca no tienen un sistema correcto o por lo menos de suave registro y mucho menos accesible a ser graduado. Todo se hace un poco de “ojito”, circunstancia que aprovechan los eternos grandes que siempre se escapan. Y la principal razón es que nadie controla su reel; en la dependencia que debe existir entre el registro y las resistencias antes mencionadas. Después están los que cambian su línea y a pesar de variar enormemente los diámetros se conforman con cargar menos reserva o de afinarla, otro error que puede provocar el consabido desastre. Las modalidades de pesca son específicas y ninguna tanto como la de mosca. Cada cosa en su lugar y nada de improvisaciones.
Mencionamos los reels automáticos a pesar de su escaso uso en nuestro país como también escasa eficacia por su relativa capacidad de línea y reserva. Los peces se manejan a mano - claro, cuando son pequeños - y la cuerda o sistema automático solo se usa para rebobinar la línea. Aunque parece divertido, nunca se pelea el pez con la presión
del automático a pesar de que confesamos haberlo probado en pejerrey y tararira (sin línea de mosca) y guardamos algunos buenos recuerdos. No nos extendemos más por tratarse de un reel inadecuado a nuestro medio y criterio, y optamos por el clásico tambor de acción simple que muy poco ha cambiado desde los viejos tiempos de Walton.
El pescado común de nuestro país utiliza equipos acordes con el ambiente típico del sur, amplio, de correntada, fuerte viento y todavía con la posibilidad de uno “grande”. Sin embargo las cañas y líneas modernas por su liviandad obligaron a contribuir reels con materiales de menor peso que los antiguos, que correspondía al extremado poder de cañas y líneas o leaders.
La característica del reel que nos preocupa es su simpleza en el mecanismo que consiste solamente en el registro del freno y algún aditamento para desarmar el tambor: hay varios sistemas de freno a partir del elemental de “diente sobre diente”, una especie de cricket o “punta” que trabaja a presión de resorte sobre una rueda dentaria solidaria al tambor y alrededor del eje. Se gradúa la tensión del resorte regulando de ese modo la salida o frenaje, que en unos se ejerce tanto al salir línea como al recoger. En otros, gracias a un sistema de doble cricket, solamente se frena en la salida de la línea. Existen muchos otros tipos de cricket, algunos regulados por piezas de fibra o fricción. También la inversión de la rueda dentada o similar permite el cambio de mano. En los reels de gran capacidad supuestamente diseñados para peces de distancia, el freno se realiza con discos, llegando al sistema de estrella en los más modernos que utilizan un material autolubricante que disipa el calor.
Son frenos de regulación progresiva y de gran suavidad a pesar de su potencia, evitando los arranques bruscos y los tirones que producen los cortes de leaders. El freno a estrella permite así mismo la regulación pareja sin cambiar de mano durante la pelea con el pez. En algunos de estos sistemas una palanca libera el “anti-reverse”, permitiendo la salida de la línea sin la presión del freno, ya que rueda el tambor entero como en los reels comunes.
El mecanismo para separar el tambor es muy variado y en los más evolucionados existe una muesca sobre el reborde del tambor que elimina el pellizco de la línea contra el marco o estructura.
El buen funcionamiento del reel se garantiza con una prolija limpieza y lubricación con aceite liviano.