Nos habíamos encontrado con Raúl San Martín en Esquel. Sería entre los años 81-83, no recuerdo bien. Pero como llegué a Raúl.. 

Resulta que en esa época teníamos un negocio de pesca en Lomas de Zamora (Arco Iris Pesca y Camping) obvio que el nombre por el salmónido, y en un evento que hizo Delgado en la fábrica de señuelos conocí a Rafa Guglielmi. Al momento de ir por primera vez a Esquel me dió el TE de Raúl: “Es un amigo, referente de la zona, vas de parte mía”.

Bien, en nuestro encuentro con Raúl, nos da varios tips, entre ellos Arroyo pescado, El lago verde, El Rio Rivadavia, etc, pero nos cuenta que en un viaje hacia el sur había parado sobre el puente del Corcovado y había visto unos pescados enormes que le parecieron marrones (Serian salmones?), por lo que quería relevar el rio. Ademas quería relevar el Rio Frio. Nosotros eramos cuatro, por lo que quedamos en ir los cinco unos días después a esa zona, mientras tanto pescaríamos lugares que el nos recomendó.

Como comenté antes uno de esos lugares era Arroyo pescado. No recuerdo si las instrucciones no fueron claras o qué, la cuestión fue que luego de llegar, dejar el auto al lado de la tranquera, golpear por media hora, acercarnos a la casa y no ver a nadie, decidimos entrar a pescar. Aparte de que había truchas para hacer dulce, y eramos los únicos pescadores, como a las dos horas aparece un chango con un sobre lacrado, LACRADO!!, lamentablemente lo perdí, pero decía algo así como: Estimado señor: usted ingreso a una propiedad privada sin solicitar permiso, si fuera tan amable de presentarse, etc etc etc.... Firmado: OWEN AP IWAN. Dios!! se me caía la cara de vergüenza, fuimos a la casa de inmediato, y golpeando la puerta espere el cachetazo...Pero encontré un tipo genial, terminamos como chanchos, hasta me contó las historia de Cassidy cuando entro a la estancia y se cargó a sus parientes. En lo sucesivo, la ceremonia obligada: retirar la llave, abrir tranquera, firmar libro, charlar un rato, y así...

Una de las cosas que nos había llamado la atención por esos lares era la cantidad de visones, y nos comentaron que era consecuencia de unos criaderos que, o habían sido abandonados, o cuyas jaulas se habían roto. La cuestión es que cuando andábamos por los paramos del rio Frio con Raúl, levantamos un paisano que estaba haciendo dedo, y para entablar conversación le hago el comentario de la abundancia de visones, a lo que acota: “ Ah si si, es que esos bichos son muy prolíficos, se cruzan con todo, con oveja, con liebre , con guanaco!”Y ahí nos imaginábamos a la oveja pariendo visones!!!!!!