Uno de los inspiradores de la "moderna" modalidad de mosca en nuestro medio, es sin duda, el desaparecido periodista y pescador americano Joe Brooks. Seducido por los relatos de nuestro conocido pescador, Jorge Donovan, mientras empacaba su equipaje, Joe seleccionó para aquellas "grandes" de más de 10 kgs. que Jorge prometía, unas moscas enormes, "bucktails", de color blanco, que utilizaba para pescar en el mar; los "striped bass" y los "bonefish". Recordaba también una vieja teoría: "a las truchas grandes les gusta la boca llena".

-¿Qué tienes: una brocha de afeitar?, preguntaba Jorge a Joe en la boca del Quilquihué cuando iniciaron la pesca, Joe, soportando la risa de sus acompañantes ataba una de esas “brochas”; no se inmutaba ya que muchas veces había salido triunfante con grandes peces, reafirmando aquella teoría. Aún con el eco de las burlas - sus amigos ni se habían alejado mucho - ya había enganchado un pez, lo que hizo retornar a los, ahora serios, espectadores de la formidable pelea de una marrón de cerca de 5 kilogramos. Cuando la hubieron admirado y aplaudido regresaron a sus respectivos lugares, y antes de que hubieran lanzado, Joe volvió a tener un pique. Esta vez aceptaron probar las enormes moscas de pelo de cola de ciervo; 7,5 cm de largo en las alas rectas a continuación del ojo del anzuelo de tamaño 1/0 y otras alas de 7,5 cm en la curva del anzuelo cuya pata se envuelve en cinta metalizada plateada (tinsel). Se trata de la Platinum Blonde, la primera de la amplia serie desarrollada más tarde. En efecto, el tremendo éxito de la “brocha” inspiró a la Honey Blonde con las dos alas amarillas; la Argentine Blonde, con el primer par de alas azules y el segundo blancas; Strawberry Blonde, con el primer par rojo y el segundo anaranjado; y así la Pink, rosadas; y la Black, negras. El cuerpo siguió plateado salvo en las que aparece el amarillo que se realiza en dorado.

También en aquel viaje y en el siguiente, Joe usó las blondes, con los salmones del Traful junto a otro bien conocido “mosquero”, el Bebe Anchorena, donde comprobaron que era la mosca para aquellos difíciles “encerrados”. Lo único que tomaban, a pesar del nutrido muestrario que les fue presentado de la más selecta colección de moscas para salmón. Sin embargo, el éxito fue la Platinum Blonde.

Brooks recomienda afilar bien los anzuelos, una caña potente para lanzarlas con la línea que corresponde de peso frontal. La caña más larga facilita el lanzamiento; por eso Joe sugirió 9 1/2 pies (2,85 mts.) para los ríos muy amplios. El leader es por supuesto cónico y terminado en la resistencia que aconseja el pez buscado. Cosa que parecen olvidar muchos pescadores que en su afán de “hacer deporte”, afinan demasiado el final, lo que no guarda relación con el tremendo anzuelo de mar y el gran poder de la caña. Por su peso es una mosca que debe ser arrojada a través del viento, ya que cae atrás del pescador cuando se lo hace hacia el viento. Como las blondes tienen acción en sí mismas, la recuperación es importante; las alas tienen que cerrarse sobre el anzuelo cuando se cobra y abrirse cuando se detiene la recuperación. La verdadera efectividad se puede comprobar cuando la mosca “pega la vuelta”, es decir, cuando la “curva” de la línea la solicita y atraviesa en la correntada; es cuando imita perfectamente la natación de un juvenil.

Esa acción hay que buscarla en el movimiento que imprimimos y nuestra propia experiencia - es la mosca que más utilizamos en ríos - es recuperar a tirones cortos y muy rápidos, acelerados. Los lances apuntan hacia una posición que permita derivar la mosca y “pasar” con esa acción especial descripta (en la curva) en la cercanía del supuesto lugar de acecho del pez que se busca.

Al pescar en la desembocadura del río Paimún, en el lago homónimo, al tirar curvas hacia una piedra, en el frente de la desembocadura, obtuve 8 piezas de más de 3,5 kgs., entre las que conservé 4 cuyo peso sobrepasó los 5 kgs. cada una. Volver al agua las de menos de 4...!!! Todo por una Platinum Blonde.