PESCA CON MOSCA EN LOS LLANOS ORIENTALES DE COLOMBIA

Julio Sanín

El pez que nos quita el sueño durante todo el año, puede ser capturado en Colombia en los meses de enero, febrero y marzo. Durante los otros meses, las fuertes y constantes lluvias, lo que llamamos invierno en el trópico, inundan las sabanas y los peces nadan por dentro de la selva y de los pastizales alimentándose de aves, reptiles, roedores, otros peces, frutas, insectos y todo lo que se mueva. Esta veda natural y el hecho de que no se pesquen mucho comercialmente, los mantiene en buen número y
tamaño.

El Tucunaré o Pavón es un pez de la familia de los Cíclidos. Bueno, mojarras. Sus colores vistosos que van de amarillo intenso a verde rabioso, su aleta caudal fuerte con una pinta redonda en forma de ojo que sirve para engañar a los depredadores, su enorme boca ríspida, la voracidad con que ataca sorpresivamente señuelos variados, la potencia inesperada con que responde a la chuzada y tamaños que pueden llegar a los catorce kilos, hacen de este animal el rey de la pesca en clima cálido. Todas sus variedades son hermosas y se distinguen por el patrón de color. El alegre y colorido “mariposa” el voraz “pinta de lapa” y el poderoso “cinchado” además, este pez es delicioso para comer. Aclarando que  se cocinan muy
pocos porque es pesque y devuelva o “catch and release” como prefieren decir algunos.

Se deben usar equipos 8 a 10 para poder mover señuelos grandes que aumentan la posibilidad de lograr un trofeo. En este tipo de pesca si es válido lo de “señuelo grande pez grande”. La vara fuerte se necesita para intentar al menos, detener o cambiar la dirección de un Pavón cuando sale a mil kilómetros por hora hacia una “palizada” u otro escondite natural donde reventará con seguridad la línea. Cuando un pavón, así no sea muy grande, da saltos bruscos e inesperados, parte cañas hasta al más curtido. Por eso se recomienda llevar varios equipos y líder con “tippet” grueso. No sobran los guantes para evitar quemaduras por la fricción de la línea que sale silbando cuando se chuza un ejemplar.

El viaje: Por fin llega el ansiado día. El mejor momento de la pesca es la salida. Alegría desbordada, sueños y grandes expectativas llenan el ambiente, sentimos con satisfacción como miran con envidia todos los ejecutivos que viajan encorbatados a ese grupo de locos disfrazados de expedicionario y llenos de equipaje impermeable. Semanas fabricando moscas y gozando la pesca en seco. - ¡Marica! Llevemos mas popper
grandes y vistosos, el año pasado funcionaron de maravilla, - ¡nooo! ¡Guevón! yo prefiero los streamer rojos y blancos, -Siiii…. acordate que el año pasado barrimos con los sonker coloridos, claro que los negros nos han salvado de una que otra “paliada”. Las moscas de piel de conejo son imprescindibles. Al final, cada pescador lleva mas de seiscientas moscas para acabar pescando la temporada con tres o cuatro.

Se usan camisas y pantalones frescos de manga larga. Con dos “mudas” es suficiente, porque allá se lava la ropa y se seca en menos de media hora.  Sombreros grandes pero no tan feos como los de Alejo*, Que lleva unos que hacen juegos con sus pareos multicolores, zapaticos para el agua, pañoleta o poncho, gafas polarizadas, tabacos, repelente, antisolar, ron y aguardiente. Ojo que solo se pueden llevar diez kilos en el avión, no hagan una Albertada**. El mercado se compra en Puerto Carreño, y el equipo de camping se manda en camión.

El trayecto se hace Medellín Bogotá y Bogotá Puerto Carreño, llegando generalmente al medio día. Se recoge el mercado y se sale a los pescaderos en botes o en camiones según lo que se haya planeado. En algunas afortunadas ocasiones se logran hacer unos lances en la tarde, luego de armar campamento en las hermosas playas de arena fina y dorada de los rios Vita, Bita  o Elvita, (aparece en los mapas con los tres nombres), Tomo, Tuparro, Mataveni, Atabapo, Vichada ¡que lindos nombres!. En todas las ocasiones, todos los integrantes de la expedición pescan una juma fenomenal. Con haber visto la majestuosidad del río
Orinoco y sus sensuales piedras bruñidas, ya se libró el viaje al extremo
nororiental de Colombia y estamos ebrios de paisaje, ganas de pescar y
anticipación del día siguiente.

La fauna. En los meses sin lluvia, el caudal de los ríos que estaban regados por todo el llano, disminuye notablemente y toda la fauna de la región se concentra en las playas que pueden ser de varios kilómetros de ancho. No es raro ver capibaras o chigüiros, güios o anacondas, patos de muchas especies incluyendo el gran pato real, caimanes que persiguen los señuelos, tigres de verdad, guaguas, perros de monte, la tortuga Terecay sale a desovar en esa época, es un símbolo de la región y una especie
para cuidar.

Las especies de peces son infinitas: bagres, arahuanas, sardinatas, payaras cuyo nombre científico significa lobo de agua,  pirañas rojas, pirañas capaburro, pirañas plateadas, rara vez atacan al hombre si no da “papaya” pero si destrozan moscas y líneas o se comen peces que están peleando. Hay que tener mas cuidado con la ponzoñosa raya. Los peces ornamentales: discos, cardenales, escalares, tetras, son comunes en la región y fuente de sustento para muchos nativos que los pescan en la noche durante jornadas de semanas o meses.

El campamento.  La incomodidad es horrible, las carpas quedan
armadas sobre una capa de arena tan suave que parece talco, quien haya acampado en la cuenca del Orinoco nunca olvidara el ruido que se hace al caminar sobre esas playas, cada paso suena “Juii, Juii, Jiiiiiii” es agradable; y útil como alarma natural para detectar compañeros que vienen a hacer bromas pesadas.  El viento evita que haya mosquitos, y disipa el calor canicular del día haciendo las noches frescas, el cielo es un banquete
para el que conozca las estrellas y un espectáculo para el que no tenga idea de astronomía pero goce de la belleza.

Los llaneros nacieron bendecidos con el don de la amabilidad y el buen genio. Se gozan el paseo. Organizan campamentos impecables, con cocinas limpias y ordenadas, comedor a la sombra de los árboles, lavadero
con troja al borde del río, muelle con los repuestos, la gasolina, los remos y
todo lo que se necesite en los botes, fogata, sillas para pescar en la noche.
Hay que advertir si no te gusta que te despierten con un aromático café
colombiano recién hecho o que te reciban con una cerveza helada.

Si tienes problemas con el ron venezolano debes avisar para que no te lo ofrezcan con hielo y mejor te den “Coca cola” o frutas. El pescado ahumado que preparan se llama “moquiao” (del inglés smoked), y es sencillamente delicioso, se podría comer solo eso toda la pesquería si no fuera porque preparan otros platillos impresionantes.

Llegó la hora. El día de pesca comienza a las cinco y media con una buena “miada” en la arena y un “tinto” bien caliente para quitarel frío del amanecer llanero. Todavía la luna roja no se quiere ir a dormir y conversa con el sol frío que en pocas horas arderá con toda su pasión. Los mas
“gomosos” que somos todos, salimos inmediatamente a probar suerte en sitios cerca del campamento que ya estamos saboreándonos desde la noche anterior. Las primeras horas son propicias para la pesca de superficie. Salimos en parejas acompañados por el guía que ya es nuestro cómplice y amigo para toda la vida.

En un par de horas de éxitos o fracasos llegamos a desayunar y a “chicanear”, mientras comemos panes de maíz fritos o arepa asada, pan de trigo, queso, huevos, caldo,  pescado y en ocasiones alguna carne de caza; tomamos café, jugo de frutas o cerveza, discutimos los planes del día, hacia donde hacemos la pesca, el sitio de encuentro al medio día, con que esta mejor el pique hoy y quien pesca con quien. A mi grupo le gusta el “swinging” pesquero,  todos los días pescan parejas distintas para variar compañero, bote y guía y no oír los mismos chistes toda la semana.
Además a cada compañero se le aprenden cosas buenas y malas.

En la mañana se pesca al principio con líneas flotantes y cuando el calor aumenta con líneas de hundimiento, se buscan los escondites naturales como troncos hundidos, “arizales”, palizadas, rocas o cuevas en la orilla.  La pesca es físicamente exigente. Requiere lances largos, precisos y con señuelos grandes en un clima caluroso. Al tercer día ya duele la mano derecha de tanto “voliar latigo”. La acción es variada, desde muy rápida hasta casi quieta. Cuando hay un pique la pelea es intensa y generalmente
corta, se debe combinar  fuerza y maña porque el espacio para pelear no es mucho, si se deja llegar al pez a las orillas o al fondo. Hay reventón. Si se acosa demasiado, también.

El medio día es para decir mentiras,descansar el brazo y bañarse en el río. Siempre con pantaloneta para evitar el temible candirú, pez microscópico que se mete por la uretra y… ¡auch!, tampoco se puede tentar a  las pirañas con un cebo colgante. La corriente cristalina refresca el cuerpo acalorado y el aguardiente helado o el ron de palito hacen que las historias de pescador sean aún mas exageradas pintorescas y cómicas. Cada pareja tiene su cuento y un público ávido de escuchar comentar y “mamar gallo”. Si recuerdan el menú del desayuno imagínense el almuerzo. En esos
paseos se debe desayunar como si no se fuera a almorzar, almorzar como si no se hubiera desayunado y cenar como si no se hubiera comido nada en todo el día.  Se puede hacer siesta en hamaca para quedarcon fuerzas para la tarde.

La noche. Se cena bajo las estrellas, con cerveza helada, y pescado fresco, luego, mientras se toma un buen ron Pampero y se fuma un tabaco, se pescan bagres desde la orilla y se hace el baño nocturno. El intercambio de chistes y anécdotas con los guías es infinito. Para el pescador siempre la jornada del día siguiente va a ser la mejor,  hoy el promedio por bote ha sido de setenta pavones de mas de tres kilos y uno que otro de ocho.

Chalo* dice: - “¡! Mañana  me saco “la mama!!” y todos pensamos:

 Qué dicha estar aquí.

*Nombre ficticio para proteger la identidad de un pescador optimista.


GLOSARIO

·  Paliada. Cuando se pasa todo el día sin pescar nada

·  Palizada. Nombre que se le da en la región a una empalizada, conjunto de ramas y troncos sumergidos.

·  Muda. Un cambio completo de ropa, camisa, pantalón, calzoncillo, medias, zapatos.

·  Güevonada. Palabra que se usa para todo en los países de habla hispana, en este caso se refiere a cosas inútiles y estorbosas.

·  Dar Papaya. Arriesgarse mas de lo prudente.

·  Coca cola. Bebida dulce de color negro y alto contenido de gas que se consume en algunas regiones. No me gusta, pero creo que tiene futuro comercial.

·  Miada. Acción o acto de orinar con extremo placer, casi siempre se acompaña de expresiones como ¡ahhhh!

·  Tinto. Café negro.

·  Gomoso. Muy aficionado,exageradamente entusiasta.

·  Swinging. Intercambio de parejas, disculpa que se inventaron las lesbianas o putitas para arepiar o follar frente al marido y que este se sienta liberado y moderno y no cornudo y boludo.

·  Arizal. Bosque de un árbol que crece en las orillas con el tronco en el agua.

·  Voliar látigo. Expresión que se usa para describir el casting con mosca.

·  Chicanear. Hablar exageradamente de supuestas hazañas.

·  Mamar gallo. No se refiere al cunnilingus, lea a García Márquez. Expresión caribe que significa bromear con malicia.

·  La mama. Pez mítico. Gigantesco, muy peleador, y mejor que el de cualquier otro pescador.