Aprovechando una tarde en Ushuaia, decidí ir a un lugar cercano a intentar pescar alguna trucha. La zona elegida fue el camping que hay en el Río Olivia, a tan sólo unos 6 km de la ciudad por la conocida ruta 3, lugar de una belleza sorprendente. Obviamente que pescando en un lugar público y tan concurrido como ese, las expectativas de pesca eran casi nulas, pero no quería perder la oportunidad de conocer este río y aprovechar aunque sea a tomar unos mates en un lugar tan hermoso como este.

Este río serpentea el Valle de Carabajal descendiendo entre castoreras, lagunas, bañados y arroyos que se le unen, y abriéndose paso entre cerros nevados de más de 1000 mts de altura, lo que le da un marco y una belleza sin igual. En su parte baja, y antes de su desembocadura en la bahía Ushuaia, se encuentra un embalse, a partir del cual la pesca está prohibida.

Esta vez, el río se presentaba algo turbio, ya que bajaba bastante agua, de las nevadas y lluvias de días anteriores, y el clima era bastante bueno para epoca del año, salía el sol de a ratos, el viento era suave del oeste y había una temperatura de unos 6 grados. Personalmente, suponía que no habría mucha actividad de salmónidos, que fue lo que ocurrió en el cauce principal, pero si encontré bastante, en los cauces  secundarios, que formaban una especie de spring creek. No presencie eclosión alguna, ni pude ver que estaban comiendo, ya que no quería acercarme demasiado y perturbar la zona, pero si había rise en superficie como si estuvieran comiendo mayflies. Supuse que podía funcionar una imitación de mosquito que tenía en anzuelo #16, la cual me dio un ejemplar de arco iris y una truchita marrón. A última hora decidí cambiar a una hare ear, e intentar en el cauce principal, lo que me dio una hermosa marrón de unos 30 cm, la cual no pudo ser fotografiada, ya que las baterías de la cámara no tenían mucha carga y no soportaron el frio exterior.

Si bien es poco probable sacar una trucha trofeo en la zona que visite, queda siempre el interrogante de caminar el río en zonas más alejadas y disfrutar de una pesca en un ambiente poco visitado por el hombre, con la posibilidad también de pescar en la laguna Arco Iris, y en las miles de castoreras y bañados que existen, y deleitarnos utilizando equipos livianos con pequeñas ninfas y secas…