El caribe tiene lo suyo.
Angustia, pretensiones, preparativos y no saber qué pasará si el clima nos deja actuar.

Lugar / Guía.

Esta salida  a México, (Julio 2011) fue familiar donde les robé 3 días y medio de pesca.

La cosa no era fácil para la pesca. No estaba en un Lodge.
Ir a pescar -a encontrarme con mi “guía/amigo”- era insumir de viaje unas 6 hs (I/V) de carro.

Si a eso le sumamos las 8 hs de la pesca bajo el sol (o lluvia tropical) es aconsejable parar en el lugar de pesca más que hacer esa locura que yo hice; máxime si como me pasó una vuelta luego de manejar casi de noche ese camino para llegar a las 7.30 hs al encuentro, así como llegué me tuve que regresar por una tormenta tropical.

Salí con un “guía-amigo” como dije.

A éste lo conocí el año pasado cuando fui a la I. Holbox entre cerveza y cerveza post pescas.

Con él había charlado mucho de SW y sobretodo de Permit’s.
Luego de un año de rastrearlo desde Argentina dí con él y algo había arreglado; aunque confieso fue medio arriesgado, porque fue todo de palabra con un guía que ni siquiera tiene lancha (se la alquilaba al vecino).
De hecho luego de manejar las 3 hs para verlo lo ayudaba a cargar bidones de nafta, preparar el lunch, poner a punto el motor (problemas de carburación...) etc.
Nada estaba preparado, todo debía ser hecho por ambos.

Pero valió la pena.

El SGS
Como dije logré este para algunos codiciado trofeo: las 4 especies en una jornada (Permit, Tarpon, Snook y bone).
Yo no lo busqué confieso, salvo al final del día (del último día encima) cuando sabía que lo podía lograr.

El Snook……
Esa mañana salimos con nubosidad.
Saqué al comienzo en los bajos un buen Snook, mi segundo del viaje.

De este pez mi casi nula experiencia me dice una sola cosa: son como los Bull-dog’s. Toman firmen, se defienden como un boxeador contra las cuerdas, corren un poco y pegan unos saltos a boca abierta que son un espectáculo. Y tiran lindo.

El Bone…..

Luego de ello, y casi para matar el tiempo (estábamos esperando anclados que pasen las nubes para seguir con el Permit la figurita difícil sin dudas) metí un bone de vadeo.

Allí no es difícil pescarlos ya que en general son los clásicos “bones turistas”, esos acardumados que rondan las 2/3 lbs. y que una mosquita típica bien puesta, es casi irresistible para que alguno de los acardumados “ratones”, por competencia quizá en alimento, se lance a ella sin mucha desconfianza.


El Permit….

A media tarde ya con sol arriba y entre un hueco de nubes, el guía ve los Permits –decenas- allá a lo lejos… bien pero bien lejos.

Los pesos van de las 4/5 lbs. hasta alguno que orillaba las 10/12 lbs.

Hay mayores pero son muy difíciles.

Pero peso aparte, como dicen allá: “palometa es palometa!”.
Lejos el pez más difícil del Flat.


Este del que hablo lo logré de vadeo. Una de las experiencias mas alucinantes que me pasó en esto del SW… y en la vida.
El guía como dije los vio a lo lejos, a cientos de metros del bote. Palanqueó y se quedó a unos 50 mts del cardumen que se movía lentamente comiendo…. Se veían  colitas sobresalir del agua, el nervious water de aletas y lomos…. Una cosa Infernal que te tiemblan las piernas, porque todo ese inmenso “manchon nervioso” eran “puras Palometas” como me decía.

El tipo tiró el ancla y me dice gritando en silencio con gestos a la par: “Baja, baja, al agua, al agua!”.
Yo no entendía nada!.

Estaba con mi mosquita preparado esperando tirar de la proa del bote donde estaba parado y como siempre lo había hecho.

Pero –obvio- lo obedecí sin cuestionar. Bajé del bote sin hacer ruido y caminado en dirección a la mancha de “puras Palometas” que se movían a 50 metros comiendo y nadando.

El guía bajó atrás mío (ní sentí cuando bajó al agua, parecía que se zambullía como un lagarto para la caza). Enseguida agarró mi línea que debe estar suelta. La tendría agarrada hasta el momento en que me tocara castear.
El agua por momentos va a la cintura y por momentos te llegaba al pecho.
Uno pensará que es un vadeo despacio, tranquilo, como cuando buscamos bones en el Flat. Pero Nada de eso.
El agua a veces casi te tapa y vas “corriendo” en ella tras los Permits que se mueven, a punto de tener que inclinarte hacia adelante para vencer la resistencia del agua y poder apurarte porque sino los perdes.
Los permit´s -como todo pez tienen cola- y se mueven... y todo el tiempo!.

Cuanto mas profundo el vadeo mejor porque menos se espantan y te podes acercar más al cardumo. Pero moverme en el mar con tanta agua me desgastó y castear con el codo por encima de la oreja no es fácil, aunque los tiros son muy cortos, pero deben ser precisos.

En ese vadeo mortal, el Guía incluso me agarraba del brazo y me arrastraba. El se movía allí como un pez. Incluso cuando venía una olita mas grande le quedaban las patas en el aire, pataleaba y luego se volvía a afirmar en el fondo arenosos (los mexicanos suelen ser petisones).
Iba con mi caña en alto (luego de unos minutos de brazos levantados con el codo arriba de la oreja, la caña #10 te empiezan a pesar, casi dejándote sin fuerzas para cuando viene la hora del cast, la hora de la verdad).

Cuando nos acercábamos y estábamos a tiro los endemoniados se movían para otro lado.
Vuelta a vadear-nadar-correr para tratar de cruzarlos.

Finalmente quedamos cerca (y yo terriblemente agotado para hacer un tiro razonable, jadeando e intentado tomar aire cual final de maratón) y ellos venían en dirección de cruce.
Era ahí o todo perdido.

Hice un tiro delante de ellos (sólo el leader delante de los peces, no la línea).
Dejo hundir un poco, se acerca el cardumen mostrando sus colitas negras, y comienza mi  stripeo....(mi corazón en la boca!).

Uno se aparte del cardumo, sigue la mosca -venía por superficie-, y cuando estaba justo a la altura de ésta se inclina un poco mostrando las aletas y zas!!! siento la mínima tensión de su succión. La tenía en sus fauces.
Clavo y sí...! Permit enganchado!.

De allí empezó la lucha iniciada con una corrida fenomenal haciendo girar el carrete por largo tiempo. Qué felicidad la mía!. Yo con el agua casi al pecho en ese paraíso, caña en alto viendo como de a poco los 100 mts de backing (+) se alejaban al horizonte porque lo arrastraba un buen Permit. Fue una de mis mayores alegrías de este viaje.

Finalmente luego de unos minutos, lo logro.

El Tarpon…..

Con la pesca hasta ese momento tenía más que pagada la salida del día, el viaje y todo. Estábamos satisfechos y ya era hora de volver.

Pero nos damos cuenta en ese momento que teníamos todas las piezas (había sacado incluso una  buena Barracuda también) menos el tarpon.
Aquí son difíciles de dar y pescarlos, casi diría que como el permit..je!.

Nos miramos con el guía y decidimos -recién allí- buscar uno como sea para hacer el SGS (de hecho sin el tarpon siquiera tendría un GS).

Frenamos de regreso entonces en una Isla que él sabía que siempre hay Tarpons, pero que son muy ariscos porque están muy pescados (de hecho el día anterior yo lo había intentado, viéndolos y todo, pero no había podido agarrar ninguno).
Apenas llegamos al lugar elegido los detectamos. Le tiramos con todo y nada, al igual que el día anterior.

De hecho una lancha de un conocido Lodge se alejaba de ese lugar antes que nosotros llegásemos, señal de que ellos los habían ido a molestar también.
Se veía casi imposible pescarlos, están bien dentro del mangle. Lo patrullan sobre su costa, entre ramajes y plantas que se meten al mar.

Aparecen unos segundos nadando contra el borde y se refugian enseguida de nuevo en el mangle de la Isla.
La mosca hay que meterla como en una cueva y justo en frente de donde ellos vienen nadando.

Los nervios me carcomían. Difíciles y casi sin tiempo, contra reloj.
Malos tiros, enganche en arbustos, errores y más cosas de esas que nos pasan en esas situaciones.

Ya nos teníamos que volver, era una tarea casi imposible. Los intentos habían sido nulos.
Finalmente (habrá sido la cantidad de rezos que le hice al Dios del Mar?) uno la sigue, y cuando casi no quedaba línea para seguir stripeando acelera (se lo ve perfecto esto), abre la bocota, succiona la mosca y enseguida meto la clavada de costado a full.

Y sí!!, ahí nomás vino la corrida/salto típico de ellos. La pelea que incluyó que se enganche en una rama seca de un árbol (cuando saltó), pero finalmente lo pudimos lograr.
Fue el único tarpón que pude pescar esta vuelta, y con él completé así mi SGS.

Estábamos felices... (yo al menos). Los abrazos tan cariñosos a veces, en medio del mar, de un bote, entre dos hombres casi desconocidos, creo que sólo en estas situaciones de pesca los podemos entender…. Y así nos abrazamos…

Llegamos al Puerto, saludos de rigor con mi guía y con promesas de volver alguna vez más a pescar con él.

Me subí al auto y desandé las 3 horas de intransitable camino de ripio a encontrarme con mi familia. Mientras conducía repasé mentalmente y con lujo de detalles cada una de esas vivencias… como para no olvidarlas por el resto de mi vida.

Fue un regalo de esas aguas saladas que supieron perdonar mis errores, al donarme esas codiciadas especies en una sola jornada.

Ojala vuelvan a hacerlo…

Sdos.