Si el agua es baja, que a menudo es a finales del verano y principios del otoño, los pescadores debemos recordar que los peces se mostrarán especialmente huidizos. Esto exige un acecho sigiloso cuando uno se acerca a la orilla del río. Mantengamos un perfil bajo. Tratemos de pescar de rodillas. Pescando reclinados sobre nuestro abdomen es lo que puede ser más conveniente. En fin, tratemos de pasar desapercibidos. Recordemos que si el pez nos ve o ve nuestra sombra, el juego, muy posiblemente, haya terminado.

Harry Murray