El andar los ríos y muchos años de políticas decadentes, nos llevo a la necesidad de recurrir a los criaderos privados y a la translocación para poder mantener el recurso.
Los ríos del NOA y porque no Córdoba, sufren las crecientes de tipo aluvional, temperaturas extremas y los dañinos, lo que hace necesario las resiembras permanentes y cambios de sangre. Por otro lado, la cultura extractiva tiende a sacrificar todos los reproductores, generando una reproducción con consangeineidad.
En la mayoría de
las Provincias, desaparecieron los departamentos de Piscicultura y recría, mientras
que los reglamentos casi que fomentan la depredación y no la conservación de la
Trucha por ejemplo. Es mas se la ve como un depredador
exterminador, cosa que no es axial y nunca lo va a ser tanto como el hombre civilizado!
De hecho que ellas ya conviven desde hace casi un siglo con las especies autóctonas
y en ese tiempo, nosotros nos hemos encargado de degradar las Yungas, su habita,
el nuestro también.
En los últimos
tiempos estas políticas depredatorias se han acrecentado y en contra de cualquier
idea conservadora del recurso natural y el turismo, se están volviendo a
reglamentos extractivos, con vedas sin control. Claro está, que hacer algo serio
llevaría mucho costo político y educación para recuperar las instituciones con
gente idónea, interesada y comprometida, que antes se encargaban de ello.
No hace falta demostrar, que muchos de nuestros ambientes tienen condiciones excelentes para estas especies arraigadas. Si bien voy a contar las experiencias con truchas, estas son muy similares para el resto de las especies.
En la practica, la
mayoría de los ríos trucheros tienen un momento justos para ir a buscar
alevitos, dependiendo de la altura y las temperaturas van de Julio ( ~600
m.s.m.), a Noviembre (~4000 m.s.m.). Como sabemos, la altura influye en la temperatura
y por ende en los tiempo de maduración de las ovas, que para las truchas arco
iris es de unos 320 “grados-día” (= a 32dias de temperatura promedio del agua
de 10 grados). Por lo que en el llano, con una temperatura promedio de 10
grados maduraran en unos 32 días y en las alturas con una temperatura media de
5 grados pueden demorar más de 100 días.
El Totorillas, Jujuy, en pocos kilómetros (45 Km.), tenemos más de 2000 mts. de desnivel y las truchas se reproducen en toda su extensión y en la misma época (otoño), pero su maduración es muy variable. Por lo que podemos buscar alevitos desde julio a octubre en los diferentes sectores.
Las truchas
comienzan a buscar los lugares de desove a fines de abril. En el fondo del pozo
hacen un nido (camas de desove) y depositan las ovas mientras las fecundan. Luego
del período de incubación (20 a
100 días), se trasforman en un renacuajo que se esconde en las piedras y
hojarascas de la orilla a la ves que la corriente los va desparramando. Luego
pierden el saco vitelino, emergen (salen del fondo, hacia cerca de la
superficie) y es el momento en que se los pueden atrapar con facilidad con una
red de pecera y en cantidades. Estos momentos normalmente coincidan con el fin
de la veda natural, ya que las truchas
dejan de cuidar los nidos y empiezan a recuperar peso.
Luego de una semana, los juveniles ya se hacen muy difíciles de atrapar, son muy rápidos y van a ocupar lugares con corriente donde buscan comida y protección. Hay que prestar mucha atención para ver pasar uno rápidamente.
Siempre es bueno hacer estos operativos, con la fresca en los extremos del día. Y en tirones largos, de noche con la luna llena, más frescas y no expuesta a la radiación.
Si el traslado no
va a ser largo y expuesto a altas temperaturas, se lo puede llevar en bidones
de plástico de 5 litros muy manejables, de boca ancha para su fácil manejo y
con muchas perforaciones en la parte superior, tapado para que se oxigenen y
pueda cambiar el agua, sin que escapen. Las perforaciones no deben superar los
3 o 4 mm
de diámetro, para que no se salgan o queden enganchados.
Si el tiempo es largo ya hay que recurrir a bolsas de nylon especiales, oxigeno, enfriadores y recambio de aguas aptas (nunca clorada). También es importante que se mantenga en movimiento (por la oxigenación), unos minutos quietos y se asfixian todos, es por eso que en el cerro, solemos dejarlos cargados en los burros, que mientras pastan oxigenan las truchas y sino en un remanso en movimiento.
Los bidones
perforados tienen la ventaja que no requieren de oxígenos y son fáciles para
recambiar agua. En estas situaciones, una vez cargados los alevinos, 30, 100,200,
con dos o tres litros de agua y el resto aire, se los lleva o carga en la mula,
bici, moto, auto, helicóptero, y como dije manejando los tiempos y temperatura
se puede ir recambiando el agua en arroyos intermedio a nuestro destino. Con el
solo hecho de sumergir el bidón en un chorrillo de forma tal que el agua
circule por dentro, ahí recuperarán, refrescaran y hasta recibirán comida. De
esta forma y andando por los cerros se puede tener los bidones con los alevitos encerrados por
varios días sin que sufran, se alimenten y estén lejos de nuestro contacto.
También hemos traslocado reproductores, pero en distancias y tiempos más cortos, en las bolsas de siembra, ya que en los bidones no se los puede meter y las bolsas son fáciles de llevar al hombro.
Esta practica, aparte de ampliar nuestras expectativas y conocimientos de la pesca, ayudan a mantener nuestros ríos con buena pesca.
No hace falta
sembrar de a miles para poblar un río, con esta técnica, llevando pequeñas
cantidades a lugares adecuados y protegidos, se pueden generar poblaciones
saludables de truchas, como así también repoblación natural y permanente río
abajo (sobre todo en arroyos de cascadas, donde no pueden remontar).
Como verán, las herramientas son mínimas, una red de pecera o colador y un bidón perforado. Sumamente livianos y cómodos de cargar junto al resto del equipo. ¡Claro, esto lo podemos hacer mientras pescamos! Conviene llevarlos limpios (desinfectados) con verde de malaquita y/o azul de metileno, para evitar transmisiones de hongos y bacterias.
La Ajupem (Asociación Jujeña de Pesca con Mosca) trabajó en la recuperación de la Estación de Piscicultura
de Yala y la repoblación de los ríos y represas, con genética de CEAM, Yala y
los Nogales. Ahora estamos incorporando mas pescadores al grupo que con sangre
nueva reimpulsarán las nuevas siembras y cuidados.
La experiencia de siembra es exigente y reconfortante, como cuidar un hijo, la satisfacción para el pescador sublime y si puede hacerlo con su familia y amigos mas aún. Empuñar un equipo de mosca, unas moscas recién atadas, caminar en esos paisajes y pescar una trucha sembrada por uno, hay que vivirlo para saber mas de esto.
Buena pesca!
Tuna Labarta