Los ríos Pelke y Coyle fueron siempre pesqueros increíbles de fontis pero hace poco más de una década comenzamos a clavar unas marrones que sorprenden por sus tamaños y coloraciones. Luego de atar cabos llegamos a la conclusión de que las plateadas del río Gallegos estaban buscando algunos lugares para colonizar. Y es así que el río Coyle en su desembocadura tentó a estas truchas a remontar sus aguas. Ríos pequeños pero que en primaveras como la del 95 alcanzaron niveles muy altos lo cuál seguramente les permitió llegar muy lejos, tal es así que mi viejo clavó una hermosa marrón que comparto con Uds para descifrar si es una plateada o tan solo una residente.
Recuerdo aquel Domingo de hace 15 años como si fuera hoy. Escuchaba los gritos de mi viejo que se había adelantado mucho y yo salí corriendo con mi cámara descartable que venia en la revista para ti de mi vieja. Cuando me acerqué veía que mi viejo tenía la caña tirada a varios metros del pozo y estaba de cabeza en el agua intentando revivir a este animal. Yo le pregunto viejo: que haces tanto aspamento? Y me contesta displicentemente, nadaaa, me clavé un bichito. Lo levanta del agua lentamente y veo este hermoso ejemplar y mi viejo sonriendo me dijo, “mas o menos no”? Luego de esa foto devolvimos el pez y lo vimos irse lentamente. Fue un gran placer que por suerte nos marcó a fuego y de allí en más devolvimos todas las truchas que pescamos juntos, como en la otra foto, a veces me toca a mí....
Por suerte hoy en día las marrones y las fontis se pescan todavía en buenas cantidades y los tamaños, en varias ocasiones sorprenden por el pequeño tamaño del río. Tan generosa es la Patagonia Austral...
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