Llueve en las sierras cordobesas. Es tarde en la noche y la charla continúa en la cabaña del Grupo Los Espinillos.

Unas horas antes, Esteban Psenda y Eric Córdoba, ambos integrantes del grupo, nos habían pasado a buscar por el aeropuerto para que pescáramos como invitados el río que la agrupación se encarga de cuidar hace 24 años. En el cálido refugio junto al río nos esperaban con una buena cena Fernando Tártara y Carlos Miti, miembros fundamentales, para conversar sobre la organización del grupo, la conservación del río y el panorama actual de la pesca con mosca en el país.

La asociación de pescadores del Río de los Espinillos se dedica a la conservación, protección y desarrollo de la fauna y flora que habita a lo largo de 8 kilómetros de recorrido del río (desde sus nacientes hasta su confluencia con el Arroyo de las Acequicitas). La misma utiliza a la pesca con mosca como medio para fomentar el conservacionismo y el amor por la naturaleza. Gracias a su trabajo de más de dos décadas, las aguas albergan hoy una muy buena y equilibrada población de truchas arcoíris, que una vez capturadas –con anzuelo sin rebaba- deben ser devueltas obligatoriamente.

Desafortunadamente, y a diferencia de lo que sucede en la Patagonia, en Córdoba la trucha (sembrada en la década del ’40 sin intervención del Estado) no posee un alto valor turístico; es por esto que su preservación la deben llevar a cabo clubes y asociaciones. Para realizar el control necesario el Grupo Los Espinillos cuenta con un guardapesca que, junto a los integrantes, patrulla la zona y solicita el permiso de pesca correspondiente a los visitantes que llegan al río. Su salario, y cualquier otro gasto del proyecto, es afrontado por la veintena de personas que conforman la agrupación.

La pesca con mosca en el Río de los Espinillos implica caminar por las sierras y aproximarse con sigilo a los pozones y correderas, para luego presentar la mosca. Esteban, experto conocedor de sus aguas, nos había recomendado llevar imitaciones de ninfas de mayfly y caddis, emergers y otros patrones de diminutos tamaños atados en largos líderes terminados en 5X. Llevábamos cañas para líneas del #0 al #5, ideales para presentar las moscas con la sutileza que el ambiente y sus truchas demandan.

Los meses de mayor calor cuentan con la presencia de tucuras, por lo que en esa época es necesario llevar también algunas imitaciones de estos terrestres para presenciar las subidas explosivas de las grandes arcoíris cordobesas.

Durante los días de nuestra visita, las condiciones climáticas no eran las mejores. Igualmente, ya en la primera mañana, muy fría y bajo la lluvia, pescamos varias truchas; dejando en evidencia la calidad de la pesca del río. Por la tarde, con un leve aumento de la temperatura y las consiguientes eclosiones, pudimos pescar varias arcoíris más y también recibir los primeros cortes por parte de las grandes que habitan los atractivos pozones del Espinillos.

El día siguiente sería parecido a aquella tarde; durante la recorrida conociendo nuevos pozones pescamos buenas truchas que nos despidieron presentando una potencia sorprendente en la lucha.


Un par de días pescando en el Espinillos alcanzan para notar el buen trabajo que allí se realiza. El proyecto es un ejemplo del manejo efectivo de un recurso de agua, un modelo que tal vez podría replicarse en otros ríos trucheros de Córdoba y algunos ambientes del resto del país. En las paredes de la cabaña se leen palabras que sirven de inspiración a todo pescador, sin importar su procedencia: “Porque la pasión compartida de un puñado de hombres luchando hombro con hombro en pos de un sueño encierra una fuerza incontenible, y porque es necesaria una dosis irremediable de romanticismo para alcanzar alguna meta que pueda parecer inalcanzable.”

Agradecidos a quienes nos habían recibido y a toda la agrupación, y con varias ideas en mente, emprendimos el regreso a Buenos Aires. Partimos también con la certeza de que cuando volviéramos las truchas seguirían estando allí.

Aún puede hacerse mucho más para colaborar con el trabajo del Grupo Los Espinillos. Un control más exhaustivo podría realizarse con la incorporación de otro guardapesca y muchas otras tareas podrían mejorarse con un poco de ayuda externa. Para realizar donaciones o brindar cualquier tipo de colaboración, por favor escribir a: psendaesteban@hotmail.com