Una experiencia que pone al límite el temple del pescador de mosca. Una semana en las mas atroces condiciones que un mosquero puede encontrar: frío viento, aguas muy altas y rápidas, moscas enormes, cansancio físico extremo y truchas que se burlan de los más experimentados pescadores. La única opción es seguir intentando pese a todo, sin claudicar, porque tarde o temprano el río nos sorprende...pero el precio a pagar es alto. Limay Medio, el río de los mil cast.
